Por qué dejé el “Fast Fashion”

Sí. Es muy difícil no sentirse tentado por la ropa interior de tres dólares. O las camisetas de cinco, los vestidos de diez, y los zapatos de quince… Puedes componer un outfit espectacular con menos de cincuenta dólares, y hacerte famosa en una cita romántica o en una noche de rumba (o ambas). Y, aunque yo hice parte del clan amante del fast fashion durante un buen tiempo, decidí dejarlo—o al menos tratar de hacerlo—. Y para ser honesta, ¡ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida!