La despedida de Carolina Herrera

El pasado 12 de febrero de 2018, Carolina Herrera presentó su colección final como directora creativa de la casa de moda que fundó hace 37 años. Después de más de 50 desfiles, éste, el último, fue una maravillosa celebración de los códigos estéticos que promovió Carolina Herrera durante su carrera, al mismo tiempo que le daba la bienvenida a Wes Gordon, quien sucederá a la diseñadora en la dirección creativa de la casa.

 

Carolina Herrera Otoño 2018 RTW

Carolina Herrera —la “dama latina por excelencia”, según Kelly Talamas— siempre está inmaculadamente vestida, con su fórmula ya tradicional de camisa blanca fresca y falda o pantalón negro. El comienzo de la pasarela fue un homenaje a esta fórmula de estilo. Y el final fue una expresión fresca del ya clásico conjunto de camisa, cinturón y falda larga que promueve la diseñadora para la noche, en todo un espectro de colores.

Es curioso que esta fórmula haya llegado a significar la “clásica mujer latina”. Y que Carolina Herrera sea quien la personifique. Una mujer que, a la larga, ha vivido casi toda su vida en su taller de Nueva York; que creció asistiendo a desfiles de alta costura en París, algo a lo que tan pocas mujeres latinoamericanas tenemos acceso; y que ahora pase su casa —y con ella su fórmula, considerada esencialmente latina— a manos de un diseñador norteamericano.

Carolina Herrera Otoño 2018 RTW 02

 

De esto pareció tratarse esta colección: la transmisión de la casa de manos de la madre al diseñador joven que se encargará de transmitir la estética de Carolina Herrera a las generaciones jóvenes. Entre los clásicos de camisa y pantalón/falda, la diseñadora presentó una variedad de elementos que, más que clásicos de la casa, parecían ser nuevos experimentos para abrirle el paso a Gordon en la dirección creativa de la casa: animal print, motivos con linces y tigres, appliqués con perlas, plumas y lentejuelas, y vivas tonalidades de amarillo, azul y rojo —no por coincidencia los colores de la bandera venezolana—.

El juego de colores, las transparencias, los tonos metálicos y hasta la aparición de un sastre rojo satinado sugieren el inicio de una nueva era para la casa de Carolina Herrera: una era más joven, más atrevida y, sin duda, digital. ¿Será por esto que el desfile tuvo lugar en el MoMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York) y no en la aparentemente anticuada Frick Collection, donde se llevaron a cabo algunos de los desfiles anteriores? (Pensándolo bien, la historia de la casa —y de la misma Carolina Herrera— está ligada al museo, vista en las colaboraciones de la diseñadora con Robert Mapplethorpe y su gran amigo Andy Warhol. Es más: ella misma se ha declarado amante del arte moderno en repetidas ocasiones.)

 

 

Carolina Herrera Otoño 2018 NYFW Backstage

Lo cierto es que el cambio en la casa es inevitable. Y yo me pregunto cómo se va a mantener su estética aparentemente “latina” —si es que podemos llamarla así—, al perder su cabeza venezolana. Lo que quisiera ver a continuación es cómo interpreta Wes Gordon los códigos de Herrera y, tal vez más importantemente, cómo los readapta para una nueva generación, que parece haber olvidado la elegancia de la camisa planchada, el cinturón y la falda amplia.

Carolina Herrera Otoño 2018 NYFW Despedida

 

 

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